Ambos tipos de herramientas cubren actividades necesarias, pero distintas.
El email y plataformas como Slack, Yammer, Chatter, etc. sirven para intercambiar información, gestionar tareas y organizar el trabajo de equipo, pero no para pensar juntos de manera ordenada. Todas ellas siguen el timeline.
Delibera sirve para pensar juntos, estructurando las conversaciones importantes de modo que las aportaciones se ordenan por su sentido y calidad.
Delibera logra esto a través de plantillas avanzadas para la deliberación, con una estructura distinta en función del objetivo que se persigue: preguntar SÍ/NO, priorizar entre una lista de opciones, obtener sugerencias, evaluar alternativas, asignar porcentajes, realizar seguimiento de iniciativas y compromisos, optimizar reuniones y formalizar sus decisiones…
Cada tipo de conversación requiere una estructura adecuada para que fluya y se alcancen los resultados deseados. Al estructurar las conversaciones, crece la calidad de las interacciones entre personas, pasando del mero intercambio básico de opiniones o el debate donde unos ganan y otros pierden, a la deliberación, que nos permite pensar y avanzar juntos.